La cinta recrea esta historia de fe y superación contando con la joven y eficaz actriz Anna Sophia Robb, a la que ya habíamos visto en Un puente hacia Terabithia o Charlie y la fábrica de chocolate. Sus entregados padres están encarnados por Helen Hunt y Dennis Quaid. La historia tiene un tono muy comercial, y es muy americana, sin embargo tiene un aire de autenticidad y frescura que la hace amable, creíble y entrañable. El tema de la fe -protestante-, tratado también muy a la americana, es limpio y espontáneo, y se relaciona con la solidaridad y la acción caritativa. Por último el retrato que hace de la familia es muy positivo, una familia unida en la fe, leal y respetuosa con la libertad de sus miembros.